“¡Pero bueno! ¿Es que también se separan los verbos?” – dicen unos.
“¡Lo que nos faltaba!” – dicen otros.
“¡A este idioma no le falta un detalle!” – dicen algunos, a medio camino entre la risa y el llanto.
Esto es tan solo una muestra de lo que ocurre en clase cuando se introduce este tema – no sé por qué, pero a veces asustan más “los titulares” que lo que resulta ser el tema en cuestión y una vez lo explicas, las caras (y creo que todo el cuerpo) vuelven a relajarse ;D
No te preocupes porque son más fáciles de lo que crees. Además, son tan frecuentes que vas a tener que utilizarlos a diario y vas a aprenderlos casi sin darte cuenta – espero.
Quédate que entramos en materia 😉
En alemán tenemos verbos simples, que son los que ya hemos estudiado, y verbos compuestos, es decir, verbos simples a los que se les ha añadido un prefijo:
Verbo compuesto → prefijo + verbo simple
Dependiendo de si ese prefijo se separa del verbo o no, los verbos compuestos podrán dividirse así en verbos separables o no separables.
¿Fácil no?
Por tanto, un verbo separable es aquel que combina su forma simple con un prefijo y que, tal y como indica su nombre, se separa en determinados tiempos verbales. Este prefijo, que puede ser una preposición (en la mayoría de los casos), un adverbio, adjetivo u otra partícula, le otorga al verbo un nuevo significado. Pongamos algunos ejemplos: